Saturday, December 09, 2006

Jorge Quintero
Jorge Quintero
Jorge Quintero
Pasó lo que tenía que pasar.
Ganó el señor de la voz de trueno, el agresor.
Ganó el señor que se cree el Señor, el predestinado.
El que todo lo sabe, el que todo lo controla,
el que se ha hecho con los símbolos de un país para su propia causa.
El que que acusa a los demás de lo que hizo él en el pasado,
el que quiere cambiar la constitución,
el que se ha inventado una democracia a su imágen y semejanza.
Ganó el señor que ha sacado de siete millones de seres lo que realmente somos y nunca quisimos reconocerlo.
Sin embargo, nos queda nuestro espacio.
El espacio que nos hemos ganado con el esfuerzo de tratar de ser nosotros mismos sin que nos digan de que color debemos ser y para dónde debemos ir.
Que no haya espacio para la tristeza donde nos quieren arrinconar
porque algún día,
pasará lo tiene que pasar.

Saturday, February 11, 2006

El consultorio médico al que debo asisitir para tratar una dolencia muscular, queda en Pérez Bonalde, en Catia. Debo estacionar
el carro a unas cuatro cuadras del sitio y caminar por el boulevar o lo que queda de él. Que horrible. Cuánta gente, cuanta desidia.
Cuantos olores terribles, cuantos niños trabajando, cuantos huecos en las calles,
cuanta basura, aguas sucias y hace mucho calor. En contraste, unos tomates de unos
colores bellísimos, verduras abundantes e intensas, frutas frescas y hermosísimas. Hay café,
leche y granos, cosas que no se encuentran en los supermercados. Los buhoneros
venden Nursoy y otras fómulas infantiles sin contar que hay ropa, calzado, cosméticos y
todo lo demás. Pero noto en los rostros fatiga, tedio y hay en el tono del "A la orden" un aburrimiento de cazador. Muchas personas tienen actitud de "dispuesto a todo" para defender con sangre el mínimo espacio que han ocupado a troche y moche. Hay un ruido infernal, muchísimos mendigos y policías. En fin..un caos donde los que viven en él tienen sus propios códigos y su propio sistema. Y esa parte de la ciudad, también es Caracas.